miércoles, 30 de julio de 2008

Dudas Existenciales

Confieso que a muchas de ellas, las abandoné.
Son dudas a las que ya no les busco respuestas.

Son como los yuyos de las macetas de la terraza con los cuales me encariñé y ahora me da un no sé qué sacarlos. ¿Por qué quién determina qué es un yuyo y qué es una planta? ¿Cristina? ¿Y si se equivoca? Así que entre la duda y que no tengo mucho tiempo prefiero que la naturaleza, que seguro la tiene más clara, se encargue sola.

Pero volviendo al tema, mis dudas existenciales son pequeñas pero no por eso menos inquietantes. Y aunque para muchos mis preguntas no se alejen demasiado de las de un niño de cuatro años las comparto con ustedes por si alguien tiene alguna respuesta, o alguna duda más que todavía no me haya asaltado.

- ¿Por qué cada vez que pruebo la temperatura del agua de la ducha está bien y cuando me meto está a) congelada b) fría c) hirviendo como para pelar pollos?

- ¿Por qué las tostadas se queman en el exacto segundo posterior al que estaban absolutamente pálidas?

- ¿Por qué “humedad del 98% y frentes de viento frío” no hacen llover, pero “poner a lavar la ropa, las sábanas, frazadas y acolchados”, si?

- ¿Por qué cuando compro matambre el huevo queda siempre indefectiblemente unido a la feta que se ubica debajo y así sucesivamente?

- ¿Por qué cuando llamo me atienden esos sistemas por voz, con esos menús larguísimos, siempre me distraigo un segundo antes de que digan el número de la opción que me corresponde?

- ¿Por qué cuando agarro las series que me gustan empezadas son de esos capítulos que se basan en lo que pasó al principio?

- ¿Por qué cuándo bajo la ropa de invierno hace un calor inexplicable, y viceversa?

- ¿Por qué tienen que poner frente a mi domicilio una casa de repostería artesanal, justo ahora que tuve que abandonar los postres?

- ¿Por qué extraña razón los aparatos del hogar se confabulan para dejar de funcionar? Ejemplo: basta que el lavarropas deje de centrifugar para que a los dos días se queme el televisor y la video, se pinche el flexible del lavatorio del baño, se joda la termocupla del horno, le entre un virus a la computadora cuya solución sólo está en un foro de Indonesia y ahí me entere que lo del lavarropas era una estupidez por la que me cobraron $150.



PD: La imagen es del muñeco de Michelin, al que quiero casi tanto como al osito de Bimbo. En este dibujo se está preguntando si además de comprar buenos neumáticos no nos hará falta no levantar tanta velocidad o pisar un poco más el freno... Sí, soy intérprete de muñecos, y qué ?

viernes, 11 de julio de 2008

El mundo es de los valientes


Como decía en el post anterior, el pelo es un tema para mí.

Citando al filosofo tucumano Ortega podría describirse como un desastre universal, por lo que decidí tomar tijeras en el asunto.

Así es que me encaminé a la peluquería de acá la vuelta que tienen el corte a 10$ pero como fui el lunes me cobraron 8$ y le dije:
- Mirá, fijate que podés hacer con esto. Tenés total libertad con tal que no sea un corte carré ni tipo Sinnead O' Connor.

La peluquera se la bancó a puro tijeretazo y después de 30 minutos me dejó con un look totalmente renovado que no tiene nada que envidiarle a cualquier "fashion emergency"

Vuelvo a lucir mis rulos al viento.

La opinión general es favorable.

Ahora yo, me siento a mitad de camino entre Susú Pecoraro y Gino Vanelli.

Cómo puede ser que a las mujeres nos duela más un corte de pelo que una operación de meñiscos ?